Actualmente estamos viviendo en condiciones climáticas extremas debido al aumento del promedio de la temperatura global. El cambio climático afecta a todos por igual, independientemente del estatus, edad y nacionalidad de uno. Mire alrededor de nuestra comunidad y entienda que nada es permanente. Nuestro mundo es muy frágil. Lluvias intensas traen graves inundaciones y deslizamientos de tierra, destruye propiedades y obliga a las personas a evacuar. A raíz de estos desastres, las personas tienen que combatir infecciones, enfermedades y lesiones. Cuando llegan los incendios forestales, las llamas violentas se extienden por todas partes, queman la región y contaminan el medio ambiente con cenizas. El humo sofocante en la región dificulta la respiración. Ser testigo de todos estos fenómenos es verdaderamente escalofriante.

Compartimos la misma Tierra, que rota constantemente. Cuando sentimos el calor extremo, tenemos que recordar que muchos bosques han sido consumidos por las llamas, liberando más dióxido de carbono a la atmósfera, exacerbando el empeoramiento de la crisis. Todos deberían estar seriamente preocupados de ver como la Tierra es afectada por estos desastres climáticos una y otra vez. Nuestro medio ambiente ha sido amenazado por el cambio climático y el desarrollo humano durante mucho tiempo. Hemos creado este karma juntos y debemos padecer la retribución juntos. Nadie se salvará.

A menudo animo a los voluntarios de Tzu Chi a no descuidar su deber y responsabilidad de amar a la Tierra con la mayor sinceridad, incluso cuando ellos mismos están sanos y salvos. Este es su cultivo, su responsabilidad. La mejor manera de mostrar su amor es proteger el medio ambiente. Les recuerdo que el cambio climático proviene de la contaminación causada por el exceso de desechos. Es por eso que Tzu Chi ha establecido estaciones educativas de reciclaje para reducir desechos y reutilizar recursos. Estas estaciones son visitadas frecuentemente por grupos internacionales para aprender más sobre formas de lidiar con cuestiones globales del cambio climático.

Uno de nuestros productos reciclados es la manta Tzu Chi, hecho de 100% botellas reciclados de PET. Esta manta es muy importante en el alivio de desastres de Tzu Chi. Vamos donde las personas que necesitan ayudan se están recuperando de los desastres. Varios cargos de estas mantas son enviados con equipos de socorro en casos de desastre de Tzu Chi por todo el mundo para brindar calidez a los sobrevivientes. No importa cuán ricos o pobres fueran antes del desastre, son personas necesitadas después de que son despojados de sus posesiones. Encuentran esta manta necesaria en su recuperación. En este ciclo de amor, las mantas Tzu Chi se convierten en los mejores respaldos para inspirar la protección del medio ambiente entre las personas.

Todos tienen una naturaleza pura innata. Sin embargo, de vez en cuando, la aflicción contamina nuestras decisiones y nos hace errar en nuestra vida diaria. Un paso en falso nos dará millas de distancia de nuestro destino previsto. La ley del karma nos enseña que plantamos las semillas del karma en cada uno de nuestros pensamientos y acciones. El karma se acumula y produce retribuciones. Lo que debemos hacer ahora es amar y proteger a todos los seres vivos y fomentar un estilo de vida que sea vegetariano y respetuoso con el medio ambiente. Nosotros debemos trabajar duro para inspirar al público a hacer lo correcto y tomar el curso correcto en la vida.

Esto plantará buenas semillas de karma para una buena retribución porvenir. Si no lo hacemos nuestro medio ambiente se deteriorará más rápido. No es suficiente que solo Tzu Chi trabaja en esta causa en nuestra comunidad con nuestros voluntarios. Necesitamos más personas que se unan a nosotros y dar de sí mismos. Entonces podemos cubrir cada rincón del mundo con amor iluminado y guiar a todos en la dirección correcta. El poder del amor de todos juntos es la mayor protección.

Espero que todos puedan unirse a nuestro esfuerzo y ser conscientes de aportar su granito de arena para un planeta limpio. Todavía hay un largo viaje por delante, para vivir con amor y armonía con la Tierra y todos los seres vivos. Hay mucho más para hacer. Apenas nos estamos embarcando en este viaje. Integrando tecnología moderna en la protección del medio ambiente es en lo que estamos trabajando ahora. Tenemos voluntarios de todas edades, padres con sus hijos y nietos, trabajando juntos para asegurar una Tierra sana. Esto es para el beneficio de nuestros hijos y futuras generaciones por venir.