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Ciudades enteras, como Mayfield quedaron destruidas como consecuencia de los fuertes vientos producidos por los tornados. Foto: Yue Ma
Una serie de tornados dejó 70 personas fallecidas, la desaparición de otras, miles de familias sin hogar y desolación en seis estados del medio oeste de EE.UU.
La noche del 10 de diciembre será recordada como una de las más oscuras y devastadoras para los habitantes de Arkansas, Illinois, Missouri, Mississippi, Tennessee y Kentucky, siendo este uno de los estados más afectados por los tornados que fueron clasificados por el Servicio Nacional Meteorológico (National Weather Service), como los más fuertes registrados históricamente en Estados Unidos. Los vientos alcanzados superaron los 450 kilómetros por hora, derribaron casas y edificios dejando a muchos atrapados entre los escombros. Y convirtiendo poblaciones enteras en zonas de desastre.
Desde la Fundación Budista Tzu Chi no se dudó en brindar la ayuda necesaria en los lugares más golpeados por este evento meteorológico. Con la intención de hacer el mejor voluntariado posible, los encargados de las oficinas del Medio Oeste participaron en una video conferencia con la Venerable Maestra Cheng Yen —fundadora de Tzu Chi— quien compartió con todos su preocupación por la difícil situación en la que se encontraban los sobrevivientes de este evento y extendió una invitación a todos los que pudieran ayudar, para que se convirtieran en instrumentos de amor y solidaridad para todas estas familias.
“Necesitamos que las personas de buena voluntad se unan en estas situaciones, para así aliviar el sufrimiento en el mundo. Todos los que pueden deberían ayudar en este desastre. Y los que no fueron afectados deben apreciar sus bendiciones”, expresó la Maestra Cheng Yen.
Respuesta inmediata por parte de los voluntarios de Tzu Chi
Ante la devastación causada en estas poblaciones, los voluntarios de Tzu Chi empezaron a trabajar inmediatamente y a organizar las distribuciones. Los integrantes de las oficinas que operan en el Medio Oeste fueron los primeros en viajar hasta las ciudades que registraron mayores daños, a pesar que la mayoría de las carreteras estaban bloqueadas con árboles caídos, tendido eléctrico y restos de vehículos, pudieron llevar ayuda, luz y esperanza a todos los sobrevivientes.
Un equipo de evaluación de desastres de Tzu Chi viajó hasta Mayfield, Kentucky, el 16 de diciembre, el objetivo de los voluntarios era conocer de primera mano la situación de estas poblaciones, hablar con sobrevivientes y obtener información por parte de las autoridades para así planificar las distribuciones necesarias. La población de Mayfield es de aproximadamente 10 mil habitantes y más del 20% de la ciudad fue convertida en escombros.
Allí una fábrica de velas colapsó y sus trabajadores quedaron atrapados durante horas, nueve de ellos perdieron sus vidas y muchos otros resultaron heridos además del trauma psicológico producto de esta tragedia.
Los voluntarios de Tzu Chi se reunieron con integrantes de la Cruz Roja y con Kathy O’Nan, alcaldesa de Mayfield, durante este encuentro decidieron hacer una distribución financiera de emergencia, de alimentos y suministros a los sobrevivientes.
Con lágrimas en sus ojos la alcaldesa agradeció la disposición y ayuda ofrecida por la fundación budista. “Cuando me dijeron el monto que Tzu Chi donaría a los damnificados quedé sorprendida, y agradecida por tanta solidaridad en este momento.
Muchos de los habitantes perdieron sus casas, sus carros y también sus trabajos y USD$1,000 dólares serán de mucha ayuda para ellos.
Kathy O’Nan, Alcaldesa de Mayfield
El 20 de diciembre se decidió que la distribución se hiciera en el Complejo Deportivo de Mayfield durante el 22 y 23 de diciembre. El objetivo principal fue brindar un poco de esperanza en vísperas de Navidad.
Mientras el equipo de voluntarios que viajó a las ciudades afectadas seguía en reuniones y evaluando los daños, en Chicago un grupo de integrantes de la Oficina del Medio Oeste de Tzu Chi, empacaban 1500 mantas ecológicas, 2500 bufandas, gorros para invierno, guantes, cepillos y pasta dental, linternas, gel antibacterial, mascarillas e incluso libros infantiles, todos estos artículos fueron enviados inmediatamente hasta los lugares antes señalados. También desde Nueva Jersey, voluntarios de Tzu Chi enviaron 800 bufandas ecológicas hechas con botellas de plástico recicladas.
El trabajo de los voluntarios nunca cesó durante los días previos a la entrega de donaciones. En San Luis, Missouri, durante el 16 y 17 de diciembre, los integrantes de Tzu Chi distribuyeron paquetes de ayuda en Defiance y Hayti, ambas ciudades registraron grandes daños como producto de los vientos del tornado.
Otra de las poblaciones visitadas por Tzu Chi fue Bowling Green, en Kentucky, los representantes de la fundación llegaron el 21 de diciembre, y planificaron continuar con la distribución el 24 de diciembre. En víspera de navidad, los voluntarios entregaron todas las ayudas y también demostraron que cuando se trabaja en equipo es mucho más fácil superar las adversidades, los miedos y el egoísmo.
Ese mismo día Todd Alcott, alcalde de Bowling Green hizo entrega de las llaves de la ciudad a los representantes de Tzu Chi, como muestra de agradecimiento por toda la ayuda recibida.
Agradecemos a Tzu Chi y a la Maestra Cheng Yen, por ayudar a las familias sobrevivientes, sin esperar nada a cambio, Kentucky es nuestro hogar, nuestra universidad, ustedes quedan en el corazón de Bowling Green.
Todd Alcott, Alcalde de Bowling Green
Durante la gran distribución de Mayfield acudieron miles de damnificados que volvieron a creer en la esperanza y la solidaridad, cuando recibieron los paquetes de ayuda de Tzu Chi y el dinero que podrían utilizar para iniciar con sus vidas después de la tragedia.
A pesar del terror, la esperanza prevalece
Algunos residentes se enteraron del operativo de Tzu Chi, en Mayfield, a través de las redes sociales y no dudaron en presentarse al lugar y empezar a trabajar. Betty Hunter fue una de las once personas que —sin pertenecer a la fundación— colaboró durante los días en los que se desarrolló el operativo de asistencia. “Creo que una de las misiones en mi vida es ayudar a otros que estén pasando por experiencias dolorosas”, afirmó Betty, quien al ver el funcionamiento de la organización la capacidad de respuesta ante situaciones de desastre y la armonía que reina entre los voluntarios manifestó su deseo de ser parte del voluntariado de Tzu Chi.
Jimmy Itmley había perdido la esperanza de conseguir ayuda. Durante algunos días visitó distintos lugares, pero en ninguno le brindaron lo que necesitaba. “Lo único que no perdí fue mi carro, pero mis otras pertenencias desaparecieron. Nadie me había ayudado hasta que llegué aquí”, contó Itmley después de recibir USD $1,000 en una tarjeta de débito prepagada y una Alcancía de Bambú en la que depositó un poco de efectivo.
Son muy buenos, realmente estoy agradecido con ustedes, además entienden por lo que estoy pasando.
Jimmy Itmley, Beneficiario
Fueron cientos de personas las que acudieron durante el 23 y 24 de diciembre al centro de ayuda de Tzu Chi en Mayfield, las historias de cada uno representaba el terror vivido, pero también mostraban su resiliencia. Una de las familias que los voluntarios de Tzu Chi ayudaron fueron los Burguess, quienes quedaron sin hogar después de la noche del 10 de diciembre. Rodney Burguess contó que su casa fue impactada directamente por el tornado.
“Pude salir de mi casa y conduje algunos kilómetros tratando de alejarme del tornado, pero lo vi, vi como se dirigía de frente a la casa que construí. Fue desgarrador verlo. Fue horrible”, recordó Rodney, quien recibió a los voluntarios de de Tzu Chi en un terreno lleno de escombros, el lugar donde había estado su único hogar.
Por su parte Bessie —esposa de Rodney— contó que solo tenían dos años viviendo en la casa que Rodney construyó y en la que habían invertido todo su dinero, sus ahorros. Ahora no contaban con nada material, con ningún techo sobre sus cabezas. “Hace algunos años la casa donde vivíamos se incendió, esa fue la razón por lo que mi esposo decidió hacer la vivienda que ahora el tornado hizo pedazos. Todo nuestro corazón, alma y dinero se fue en ese hogar que ahora no existe”, dijo Bessie mientras trataba de que su voz no se quebrara.
También agregó que las tragedias por lo menos muestra que aún existen buenas personas, como los voluntarios de Tzu Chi. Para Steven Nelson, voluntario de la Cruz Roja y que ha colaborado con Tzu Chi, el trabajo que hace la fundación es realmente necesario. “Todos los que han venido se han ido con sus tarjetas de débito prepagadas y con la esperanza renovada”, compartió Nelson.
Fueron largas jornadas, días en los que nadie paró de trabajar, momentos en los que todos los que pudieron colaboraron para que los afectados por los tornados sintieran que no estaban solos y que comenzar de nuevo era una posibilidad. La solidaridad de los voluntarios de Tzu Chi fue inspiración para muchos, como Philip Chu y Wei Hon Yap, quienes al enterarse de las distribuciones manejaron durante nueve horas desde Detroit, Michigan, para ofrecer su ayuda en los operativos.
Muchas personas perdieron sus hogares, lo perdieron todo y algunos incluso perdieron a su amada familia… Tzu Chi puede brindar asistencia rápida y oportuna… lo que puede ayudarlos a reconstruir sus vidas.
Philip Chu, Voluntario de Tzu Chi
Para Philip Chu, su motivación principal de emprender el viaje fue ver la compasión y el espíritu de solidaridad de Tzu Chi. Vale destacar que en total 445 familias recibieron ayuda durante estos operativos organizados por Tzu Chi.