La mayoría de los voluntarios que participaron en las tres actividades de asistencia conocieron el trabajo de Tzu Chi durante el terremoto en México de septiembre de 2017. Foto/ Tzu Chi Foundation
Adaptado al español por José Beltrán
Publicación #13
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Conscientes de la misión de Tzu Chi en aliviar el sufrimiento de los necesitados y de crear un mundo mejor para todos los habitantes, a mediados de diciembre de 2021, los voluntarios de Tzu Chi, realizaron tres grandes entregas de ayuda humanitaria, para los damnificados de las inundaciones en los estados de Hidalgo y Morelos, en el centro de México.
La compasiva labor de Tzu Chi en México no era novedad. En septiembre de 2017, la Fundación realizó un incansable trabajo de ayuda humanitaria en favor de cientos de damnificados del terremoto de magnitud 7,1 que sacudió con mucha fuerza los estados de Puebla, Morelos y Ciudad de México. Los voluntarios se desplegaron por el territorio para realizar jornadas de asistencia médica, entrega de insumos alimentarios y de tarjetas de débito prepagadas. Pero si algo caracterizó esta noble actividad fue el amor y la compasión que pusieron los voluntarios de Tzu Chi al grado de que sembraron semillas que dieron fruto en diciembre pasado, cuando 209 voluntarios participaron en las jornadas de ayuda a los habitantes de Tlayacapan (Morelos), Tula e Ixmiquilpan (Hidalgo), mediante la entrega de tarjetas de débito prepagadas, con fondos que iban de los $8,000 a los $16,000 pesos mexicanos (en promedio, entre USD$384 y USD$769), dependiendo del número de integrantes de cada hogar.
La primera jornada de distribución planeada por los voluntarios locales de Tzu Chi México
La mexicana Trinidad Jardines Castillo fue testigo del extraordinario trabajo que realizó Tzu Chi tras el terremoto del 19 de septiembre de 2017. Por ello, el 18 de diciembre de 2021, acudió como voluntaria a la jornada de entrega de tarjetas de débito prepagadas en Tula, en beneficio de 1,143 familias. Aunque estaba exhausta por el trabajo, la mujer no se quejó en ningún momento y entregó su corazón a los más necesitados.
A principios de septiembre, las fuertes lluvias en nueve municipios del estado de Hidalgo dejaron más de 3,500 viviendas afectadas. Las autoridades de la entidad explicaron que desde hace 40 años no se vivía una situación tan trágica.
La ciudad de Tula fue la localidad más afectada por el desbordamiento del principal río. Además de que más de 2.000 viviendas resultaron con daños, las fuertes inundaciones y un apagón masivo provocaron la triste muerte de 15 pacientes que estaban internados en el Hospital General del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Así como Trinidad Jardines Castillo se tocó el corazón tras ver el desastre en el centro del país, más de 100 voluntarios mexicanos se unieron a las labores de distribución en Tula. La labor caritativa de Tzu Chi incluyó una evaluación previa de las áreas de desastre, la planificación de ayuda en casos de desastre, la coordinación de la división del trabajo, y la preparación de las actividades.
“En diciembre, se realizaron tres eventos seguidos de distribución a gran escala para los sobrevivientes, que fue la primera vez que los voluntarios locales de Tzu Chi en México comenzaron con su propia iniciativa”, contó Rodrigo Pérez Lozada, un voluntario de la fundación que participó en la jornada de distribución de ayuda en Tula del 18 de diciembre.
El 11 de diciembre, los voluntarios distribuyeron ayuda en beneficio de 25 hogares de Tlayacapan. En Tula, 1,143 familias recibieron este apoyo el 18 de diciembre, mientras que la desinteresada labor de Tzu Chi también llegó a 143 viviendas de Ixmiquilpan el 19 de diciembre.
Tzu Chi conmueve a voluntarios y residentes locales
“Tzu Chi conmueve a más y más personas locales y luego participa en buenas obras, para que la distribución de miles de personas pueda completarse con éxito. Esta es una experiencia memorable”, dijo Rodrigo.
Por más de cinco años, el voluntario estadounidense Martin Kuo ha viajado a México para apoyar en las distintas labores de caridad que realiza la fundación. Después de tantos viajes, él se percató en 2021 del crecimiento y compromiso de los voluntarios locales.
Con la difícil situación de la pandemia del covid-19, el equipo de voluntarios de México hizo grandes esfuerzos en 2020 para donar materiales sanitarios de prevención y distribuir insumos para las personas. En 2021, el equipo mexicano de Tzu Chi tomó la iniciativa de atender el desastre de las inundaciones en el centro de México, haciendo sus propios planes y distribuyeron suministros básicos con éxito a miles de hogares, lo que demuestra que el equipo local puede asumir trabajos independientes.
Martin Kou, voluntario
La Maestra Cheng Yen nos enseñó, con las bellas palabras que la caracterizan, que al involucrarnos en buenas acciones nos hará sentir “muy afortunados de haber nacido como seres humanos”. También enseña que “Al ver que otros hacen buenas obras, los felicitamos con alegría y nos unimos a ellos con gusto en la causa de ayudar en aliviar el sufrimiento de otros”.
Los residentes locales que recibieron el amor y la compasión de la fundación durante las labores de asistencia, se sintieron agradecidos y prometieron esparcir la semilla de la bondad, para que florezca una vez más en favor de los más necesitados. “Nuestra familia está muy agradecida de que ustedes estén dispuestos a ayudarnos en este camino. Aunque no es fácil, poco a poco saldremos de la sombra de la inundación. Nosotros vamos a continuar (ahorrando dinero en las alcancías de bambú) y seguiremos el espíritu de la asistencia mutua”, explicaron.