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Tzu Chi otorga becas para empoderar a los jóvenes y abrirles camino hacia el éxito

Ganadores de las becas educativas 2024 de Tzu Chi USA asisten a una ceremonia especial en el Centro Tzu Chi para Ayuda Compasiva en Nueva York. Foto/Martina Casas

Traducido al español por María Pacheco

Publicación #24

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El 7 de julio de 2024, más de una docena de jóvenes graduados de secundaria fueron citados en el Centro de Alivio Compasivo de Tzu Chi en Manhattan, Nueva York, para participar en la ceremonia de entrega de becas. Cada uno de ellos recibió una beca de Tzu Chi USA que les ayudará a cubrir los costos de su educación universitaria durante el próximo año académico.

Sansan Chiang, voluntaria de Tzu Chi e integrante del equipo de becas de la región noreste de Tzu Chi USA, explicó: “Cada año es diferente. Este año tuvimos 15 solicitantes, y todos calificaron para convertirse en los Becarios Tzu Chi 2024″. Durante el evento, los galardonados mostraron su gratitud y alegría al saber que recibieron las becas escolares.

Estoy emocionado porque esto me abre las puertas hacia una educación superior, algo que es raro, especialmente para las minorias. Va a cambiar todo. Vengo de una familia latina con una madre soltera, y siempre ha existido esa presión económica. No tener que preocuparme por eso en la universidad hará todo mucho más fácil para mí.

Me gusta mucho porque ayudan a otras personas como yo porque sé que en el mundo no siempre se tiene la misma esperanza, y esta fundación realmente me ayudó mucho.

Me siento muy agradecida porque la universidad es costosa, así que los $1,500 son una gran ayuda para mí. Los utilizaré para pagar mi matrícula en la Universidad de Pace.

Estaba preocupada por cómo iba a pagar la universidad, así que esta beca me está ayudando mucho. Será un gran impulso hacia mis sueños de ser una psicóloga y ayudar a los demás. Estoy muy emocionada.

Barbara Chisolm (segunda desde la derecha), comparte durante la ceremonia de premiación con sus compañeros becarios Tzu Chi USA 2024, Jazmin Alvarez (centro), John Fernandez (segundo desde la izquierda) y Juan Astudillo (izquierda), a su lado. Foto/Martina Casas

No es de extrañar que los becarios estuvieran agradecidos por la ayuda financiera que recibieron.  En los  Estados Unidos, la falta de un título universitario puede tener un gran impacto en los ingresos, las perspectivas de trabajo y las oportunidades profesionales.

Según la Oficina de Estadísticas Laborales de EE .UU (BLS, por sus siglas en inglés), en el tercer trimestre de 2023, los trabajadores a tiempo completo de 25 años o más con un diploma de escuela secundaria ganarán un promedio de $905 por semana. En contraste, aquellos con licenciatura ganaron un promedio de $1,499 por semana. Los hallazgos clave del informe, “La recompensa de la universidad: educación,ocupaciones y ganancias de por vida”, del Centro de Educación y Fuerza Laboral de la Universidad de Georgetown, revelan que un título universitario vale un promedio de $2.8 millones a lo largo de la vida, con un ingreso promedio del 84% más que aquellos con solo un diploma de escuela secundaria.

La falta de educación superior también afecta al empleo. Los datos de la BLS indican que en febrero de 2022, la tasa de desempleo para las personas de 25 años fue de 4.5%, mientras que la tasa para aquellos con un título de licenciatura o superior fue de 2.2%.

Mientras los estudiantes reciben las becas durante la ceremonia, sus padres observan con orgullo. Para muchos, estos jóvenes son los primeros de la familia en cursar estudios universitarios. Foto/Martina Casas

Además, estas limitaciones financieras relacionadas con la universidad persisten en la edad adulta. La Asociación Nacional de Administradores de Ayuda Financiera Estudiantil, citando el “Informe sobre el estado de la educación superior 2024” de Gallup y la Fundación Lumina, concluyó que las barreras económicas son la razón principal por la que los adultos en los EE. UU. sin un título universitario o credencial no buscan obtenerlo.

Tzu Chi y las becas escolares

El programa de becas de Tzu Chi USA, iniciado en 1992, brinda asistencia financiera a graduados de secundaria de alto rendimiento que ingresan a la universidad y a los beneficiarios anteriores que están en la universidad. Los becarios se seleccionan en función de su necesidad financiera, logros académicos y participación en la comunidad. La beca es de $1,000 en la mayoría de los estados, y en Nueva York y California es de $1,500 debido al mayor costo de vida.

Además de los criterios mencionados, los becarios deben de mantener un promedio mínimo de 3.0. De la misma forma, dado que una de las misiones de Tzu Chi es fomentar la responsabilidad social y el voluntariado, es importante que demuestren un espíritu comunitario y voluntad de contribuir al bienestar de la sociedad. Para ello, deberán presentar dos ensayos personales: Una autobiografía en la que expliquen por qué deberían recibir la beca, indicando las razones de su necesidad financiera y cómo planean usar los fondos; sus logros personales y académicos con ejemplos concretos; sus planes académicos y profesionales con metas específicas; y su participación pasada y actual, así como sus proyectos para tener un impacto positivo en su comunidad.

Un ensayo sobre Tzu Chi basado en información obtenida de sitios web, publicaciones, artículos de noticias, etc., en el que expliquen lo que han aprendido sobre Tzu Chi que los inspira y por qué.

Miembros del equipo de becas de la región noreste de Tzu Chi USA conocen a Martin Palomeque durante su visita a su casa. Foto/Martina Casas

La beca de Tzu Chi, puede renovarse por cuatro años. Los estudiantes universitarios que deseen renovar deben presentar prueba escrita de haber completado 50 horas de voluntariado con Tzu Chi u otra organización sin fines de lucro durante el año académico actual al volver a presentar la solicitud.

Tratamos de sembrar una semilla en sus mentes para que sepan cómo devolver algo a la comunidad. Creo que eso es muy importante. Pienso en la palabra 'semilla' como las letras S, E, E y D en inglés. La S representa la sostenibilidad, continuar haciendo un buen trabajo; la primera E, el entusiasmo, para volverse amorosos y ayudar a las personas; la segunda E, la empatía, para saber cómo cuidar a los demás; y la D, la determinación para ayudar a la gente.

El enfoque caritativo de de Tzu Chi ciertamente resonó con los becarios de 2024, como expresó Barbara Chisolm, una de las galardonadas, durante la ceremonia de premiación en julio: “Recuerdo que investigué sobre la beca, y me gustó mucho la idea de devolver algo a los demás, sentí que era algo que quería hacer. Creo que esta organización es increíble: apoya y ayuda a los jóvenes a la vez que los inspira a retribuir.”

Durante la ceremonia de entrega de becas, la voluntaria de Tzu Chi Sansan Chiang (frente a la izquierda) y el director ejecutivo de la región noreste de Tzu Chi USA, Freeman Su (frente a la derecha), reflexionan sobre el impacto que esta ayuda puede tener en el futuro de los estudiantes ganadores de las becas. Foto/Martina Casas

Conociendo a los jóvenes becarios

El proceso de solicitud de la beca de Tzu Chi es minucioso y personalizado. El ensayo autobiográfico a menudo se convierte en un elemento de suma importancia para el proceso de selección. “Disfruté escribir mi ensayo, porque pude hablar sobre mi situación, sobre mí y mi familia”, recuerda Jazmín Álvarez. “Pude expresarme por completo en el papel. Definitivamente fue una experiencia de aprendizaje”, compartió Martin Palomeque.

Una vez recibidas las solicitudes escritas, los equipos de becas las evalúan. Los que aprueban se convierten en los solicitantes oficiales, y luego se realizan visitas domiciliarias o entrevistas telefónicas para que los equipos puedan comprender y conocer mejor a cada estudiante. En la región noreste de Tzu Chi USA, los equipos visitaron a los solicitantes en Brooklyn, Queens y el norte del estado de Nueva York.

El equipo de becas de la región noreste de Tzu Chi USA se dirige a visitar a los solicitantes de 2024 en sus hogares. Foto/Martina Casas

Este año, varios solicitantes son de Peekskill, en el norte del estado de Nueva York. Durante la visita a su hogar, Jazmín Álvarez, quien estudiará enfermería, expresó con orgullo al equipo de Tzu Chi: “Espero que en el futuro pueda brindar atención a mi comunidad.”

Martin Palomeque, quien asistirá a Hunter College y planea convertirse en maestro, explicó: “Quiero volver aquí. Quiero ayudar a los niños de la misma manera que mis maestros me ayudaron a mí.”

John Fernández compartió con el equipo de Tzu Chi su experiencia ayudando en la distribución de alimentos. “Hace años, mi mamá también iba a recoger comida, así que también quería repartirla”, dijo. “Cuando llegue a la universidad, voy a estudiar justicia penal. Sé que ha habido muchos problemas raciales recientemente, y quiero ayudar a resolverlos.”

Barbara Chisolm, quien asistirá a la Universidad de Binghamton, expresó sus preocupaciones humanitarias diciendo: “Más adelante en mi carrera de psicología, quiero comenzar un programa de voluntarios para terapeutas para ayudar a las personas que no tienen seguro y no pueden pagar la terapia.”

Al reflexionar sobre las visitas en Peekskill y otras partes de la región noreste, la voluntaria de Tzu Chi Sansan Chiang se mostró impresionada por las cualidades que mostraron todos los solicitantes: “Son buenos jóvenes, amables, y también lo es su familia, que apoya a esos jóvenes.” Las visitas son parte del proceso que culmina con una ceremonia de premiación para honrar a los estudiantes y sus familias. Ciertas escuelas secundarias también merecen reconocimiento por identificar dignos de becas.

Durante cada visita domiciliaria, los voluntarios escuchan atentamente, felices de conocer a cada candidato digno. Foto/Martina Casas

Relaciones que florecen

Los estudiantes pueden encontrar información sobre las becas de Tzu Chi USA en línea. Sin embargo, no hay nada mejor que una presentación personal, que es exactamente lo que pueden ofrecer relaciones como la de María Gordineer, directora del Centro de Recursos Universitarios de Peekskill High School.

Cada año, desde 2015, la Sra. Gordineer, consejera de Peekskill High School, ha sido muy amable, siempre apoyando a los estudiantes más calificados en el proceso de solicitud de nuestra beca. Conoce bien a sus estudiantes, y la filosofía de Tzu Chi.

Tzu Chi, aunque es global, aún no es muy conocida en la comunidad. Así que queremos que alguien presente a sus estudiantes a Tzu Chi porque estamos haciendo cosas buenas para todos.

Durante la ceremonia de premiación, los becarios de 2024 expresaron su gratitud a Gordineer, no solo por entregarles la beca, sino también por guiarlos a través del proceso de solicitud. Algunas de sus palabras a Gordineer fueron: “El proceso fue largo, pero ella estuvo allí para ayudarnos. Se quedaba hasta tarde, después de su horario, solo para ayudarnos a completar la solicitud.” “Ella es la mejor. Siempre me ayudó en todo.” “Todos los estudiantes aquí están gracias a ella. A ella le debemos nuestro éxito.”

Gordineer, quien llegó a Estados Unidos desde Colombia en 2000 y ahora es consejera de orientación universitaria trabajando con estudiantes de último año en Peekskill High School, descubrió la beca de Tzu Chi un día mientras navegaba en línea. “Wow, voy a llamar”, recuerda. “Comenzaron a comunicarse conmigo. También asistí a las ceremonias en Queens, llevando a algunos subdirectores y maestros. No he dejado de colaborar con Tzu Chi hasta el día de hoy.”

Creo que es bueno que Tzu Chi apoye a los estudiantes, ya que muchos lo necesitan. Vienen de familias que no tienen los medios para comprar un libro o pagar el transporte. Estamos realmente agradecidos por su apoyo a nuestros estudiantes de secundaria.

Los becarios de la clase 2024 se dirigen a un futuro más prometedor, siguiendo los pasos de aquellos que ya han recorrido este camino. Un ejemplo inspirador es el de Sandra Bárcenas, quien llegó a Estados Unidos en 2008 junto a su madre, enfrentando desafíos económicos y familiares a lo largo de los años. En 2019, Sandra solicitó la beca de Tzu Chi y logró asistir a la Universidad de Berkeley, California. Hoy en día, trabaja en una empresa de investigación ética de Inteligencia Artificial y también actúa como enlace comunitario para la comunidad hispanohablante de Tzu Chi. Su historia demuestra cómo las becas de Tzu Chi no solo brindan acceso a la educación, sino que también crean oportunidades para que los estudiantes contribuyan a sus comunidades de manera significativa.

Sandra Barcenas y el equipo de Tzu Chi USA y Listos California hacen actividades comunitarias. Foto/Cortesía de Sandra Barcenas

Tzu Chi mantiene su compromiso con los estudiantes

En 2023, Tzu Chi USA otorgó $168,500 en ayuda financiera, beneficiando a 109 estudiantes en todo el país. Ahora, en 2024, un nuevo grupo de ganadores del Premio Tzu Chi USA Scholars inicia su camino hacia la educación superior, persiguiendo sus sueños y explorando formas de servir a la sociedad.

Ahora nos toca a nosotros demostrarle a Tzu Chi que eligieron a las personas correctas haciendo grandes cosas. Gracias a Tzu Chi por esta increíble oportunidad. Me siento muy honrado.

Espero que se den cuenta de cuánto están afectando y cambiando vidas, y que sigan haciéndolo porque es fundamental. Solo quiero decirles que continúen con lo que están haciendo. Y ojalá inspiren a otros, como me inspiraron a mí.

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