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Chile, un largo y angosto país de Sudamérica con climas muy diferentes en sus regiones, cuenta con un pequeño grupo de voluntarios de Fundación Tzu Chi.
Nuestro objetivo es seguir las enseñanzas de la Maestra Cheng Yen, para ayudar con todo nuestro corazón a los hermanos que más lo necesitan. Siguiendo el mensaje de la Maestra durante esta pandemia, hemos ido en ayuda de muchas familias, dentro de la ciudad de Santiago y fuera de ella.
No ha sido fácil, pero, la Maestra nos enseña que debemos poner nuestros esfuerzos y corazones en dar, aunque sea un pequeño alivio a los sufrimientos de los más necesitados.
Desde abril del 2020, 7 voluntarios iniciaron la coordinación de entrega de alimentos a 30 familias. Esto requería ir a comprar los alimentos al centro de distribución de alimentos, luego hacer la separación por familias y posteriormente la entrega. A las pocas semanas teníamos la solicitud para 50, llegando a un alcance de 200 familias, que necesitaban ayuda para sus alimentos, debido al aumento de contagios a nivel nacional, lo que provocó un déficit de recursos afectando directamente a la economía de las familias, creando que muchos queden sin trabajo.
Gracias a los mensajes que enviaba la Maestra se nos unieron más voluntarios que querían ayudar al ver el sufrimiento de nuestros compatriotas. En septiembre de 2020, ya éramos 15 voluntarios que participamos de esta actividad todos los fines de semana en los cuales había entrega. Actualmente somos 24 voluntarios que participamos activamente.
Fue difícil obtener los permisos de Carabineros y Municipalidades para el traslado desde nuestras casas a los lugares de entrega; todo estaba muy restringido, pero nunca nos dimos por vencidos y siempre logramos llegar hasta donde nos esperaban las familias. Al ver sus caras de felicidad al ver los alimentos que recibirán ya era una alegría para los voluntarios.
Con la ayuda de la Maestra Cheng Yen, desde noviembre del 2021 a la fecha hemos entregado ayuda a 400 familias mensualmente. Dentro de los voluntarios está Maximiliano Osses, niño de 9 años que tiene un entusiasmo y energía para trabajar por la Fundación y nos contagia alegremente. Siempre participa en todas las entregas de ayuda dentro y fuera de Santiago, aunque eso signifique levantarse a las 6 de la mañana. Le gusta mucho las actividades donde se entrega ayuda a los niños, él siempre quiere ir a esas actividades. En las entregas, Maximiliano ayuda en la preparación de cajas o bolsas para las personas que retiran alimentos, siempre coloca todas sus fuerzas para ayudar y nos dice que él puede mover los 10 kilos de arroz o lentejas. Maximiliano ha soportado el intenso frío o calor sofocante de algunas entregas, pero no se queja, siempre está feliz, aunque termine muy cansado. Su deseo es ir a Taiwán y conocer a la Maestra Cheng Yen.
Los voluntarios de Chile continuarán por el camino que nos enseña la Venerable Maestra Cheng Yen.