Cumbre Climática de Tzu Chi enseña cómo combatir el cambio climático a través de la compasión, amor y esperanza

Con más de 22 eventos, expertos y activistas se reunieron en el Centro de Compasión y Alivio de Tzu Chi en Nueva York para explorar soluciones holísticas y sostenibles para un mejor futuro. Foto/Hui Liu

Escrito por Gabriela Barzallo | Editado por M. Carolina Saheli

Publicación #16

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Paralelamente a la Semana del Clima de Nueva York, la Fundación Budista Tzu Chi organizó una cumbre de siete días en el Centro de Compasión y Alivio de Tzu Chi en Nueva York para explorar soluciones para el cambio climático y crear un mejor futuro global desde un punto de vista holístico, enfocado en los valores fundamentales de compasión, amor y esperanza. Con más de 22 eventos, entre paneles, conversaciones interactivas, actividades artísticas, expertos y activistas se reunieron y compartieron sus experiencias de cómo han sido afectados por el cambio climático y cómo han encontrado soluciones sostenibles para encaminarnos a un mejor futuro. Para Steve Chiu, representante de Tzu Chi ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), las actividades apuntan a entender el propósito de la vida y a partir de allí, crear soluciones.

Creando estos espacios de diálogo e interacción construimos resiliencia y promovemos la comunidad.

Sistemas alimentarios y cambio climático

Uno de los puntos principales de la cumbre fue encontrar soluciones a partir del sistema alimentario y nuestros hábitos de consumo. De acuerdo a un estudio de la universidad John Hopkins, las actividades como la producción, su transporte y el almacenamiento de alimentos desperdiciados en vertederos, producen emisiones de gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático. Activistas y expertos afirman que es necesario replantearse la forma en que los alimentos son producidos y consumidos para poder ejecutar una lucha activa para mitigar estos efectos. 

Varios paneles abordaron alternativas enfocadas en la relación entre la justicia alimentaria y la justicia social, y las formas en que las personas de color en las comunidades hispanas en los Estados Unidos y Latinoamérica pueden involucrarse en esta lucha a través de acciones concretas a diario.

Propuestas de los jóvenes para sistemas alimentarios saludables y sostenibles

Activistas jóvenes, a través de voluntariados y plataformas digitales, han emprendido una lucha para educar a sus comunidades y reflexionar sobre cómo procesos innovadores e inclusivos pueden ayudar a crear sistemas alimentarios saludables y sostenibles. 

En uno de los paneles participó Isaias Hernandez, un joven ambientalista de origen mexicano, creador de “Queer Brown Vegan”, una página de instagram en la que lucha por “descolonizar” el movimiento ambientalista, y crear un espacio para dialogar sobre temas que afectan a gente de color, latinos, afro e indigenas en los Estados Unidos. Para Isaias, el trabajo que realiza en sus redes sociales es importante porque para muchas personas, estas redes son su principal portal de información. Isaias piensa que es muy importante desafiar al sistema alimentario actual porque se nos vendió la idea de que traería empleos a nuestra comunidad, sin embargo, este ha beneficiado mayoritariamente a países del norte global, y ha provocado inequidad, y prácticas dañinas que han contribuido a la crisis climática actual. 

Isaias Hernandez (centro) es un joven mexicano que con su pagina de instagram “Queer Brown Vegan” intenta crear un activismo mas interseccional y educar a las personas de color y latinas sobre el cambio climático. Foto/Liu Hui

Debemos aprender y ser conscientes de dónde viene nuestra comida, su proceso de producción. Construir un sistema alimentario sustentable significa valorar a los agricultores, valorar la tierra y el agua que se usa para su producción.

El joven mexicoamericano sugiere que una alternativa al sistema alimentario actual, es que los agricultores y productores de los alimentos sean quienes tengan la propiedad de estos negocios de alimentos con un enfoque de justicia social. “El sistema alimentario no tiene que observar sólo al producto, sino también al humano y a los recursos naturales que se usan para su producción”, comenta el joven. 

Similarmente, el director ejecutivo de la organización Coalition of Action: Shifting to Healthy, Lassee Bruun, explicó cómo los países del Norte Global han usado a los países del Sur Global “como una canasta”, causando problemas como contaminación de tierras, pero no recibiendo retribución económica por eso. 

Hoy hay una oportunidad para que jóvenes agricultores y productores de comida puedan cambiar esto, y demostrar que no se puede depender de una sola forma de esta cadena alimentaria.

La propuesta en este panel es que para que los países del Sur Global y las comunidades marginalizadas puedan encontrar una solución y lograr tener soberanía alimentaria, es necesario poner atención a los hábitos alimenticios y a las cadenas de producción en el Norte Global. Para los panelistas, los hábitos alimenticios son una construcción y una continuación del colonialismo. Por ello, es necesario que como consumidores tengamos conciencia de esto para posteriormente buscar un cambio desde las bases del problema ya que la justicia social está totalmente ligada a la justicia ambiental.

¿Por qué la fe es importante?

Para la guatemalteca Bibi La Luz Gonzalez, la comida está relacionada con la fe de muchas formas. “Es algo que siempre lo tenemos presente solo que no nos damos cuenta” Foto/Liu Hui

Al ser una organización basada en la fe, Tzu Chi valora la fe y la espiritualidad. Durante la cumbre climática se exploró cómo a partir de estos valores, y el conocimiento ancestral alrededor del mundo, entre ellos, el de los pueblos originarios de América Latina, se puede también explorar soluciones a los problemas climáticos contemporáneos en armonía con la naturaleza, para impulsar la transformación de sistemas alimentarios equitativos y resilientes al clima.

Este panel contó con la participación de expertos de diferentes países y orígenes étnicos que compartieron sus experiencias y soluciones basadas en la fe y la conexión de esta con sus culturas de origen. Entre ellos, estuvo Bibi La Luz Gonzalez, guatemalteca y fundadora de Eat Better Wai’k, una organización dedicada a crear conciencia alimentaria y que lucha por reducir la desnutrición a través de la educación. La conexión de la espiritualidad con los alimentos es muy extensa, conlleva dignidad, empatía, y sabiduría de nuestros antepasados. Bibi compartió su experiencia desde una perspectiva latinoamericana.

A veces la gente me dice, nunca he pensado en cómo la comida puede estar relacionada con la fe. Yo les respondo está más conectada de lo que parece, es algo que siempre lo tenemos presente solo que nos damos cuenta, en actos simples como bendecir o agradecer por los alimentos.

El veganismo es una alternativa

En las conversaciones se abordó también como la salud humana está conectada a la salud del planeta, y cómo las soluciones sostenibles para preservar el planeta empiezan por el consumo de alimentos a base de plantas, y no en alimentos que provienen de los animales, o alimentos procesados que deterioran el planeta. También se abordó la importancia de que las personas que producen y consumen alimentos orgánicos puedan hacer que estos sean más accesibles para todos. De esta forma, habrá más demanda en comida orgánica, que en comida de base animal y procesada, que es actualmente la dominante y la que está más al alcance de todos.

De acuerdo con un reporte de la organización Greenpeace, comer carne contribuye a la deforestación del planeta, particularmente en América Central y América del Sur, la expansión de los pastizales para la producción ganadera ha sido una de las causas de esta enorme destrucción, de acuerdo con datos de la ONU para la Alimentación y la Agricultura. El problema, de acuerdo con el reporte, es que el consumo de carne en esta región es bastante elevado, por lo que es importante abordar la forma en que se puede crear más conciencia sobre la relación de estas dos actividades.

En la cumbre varios participantes coincidieron en que la alternativa, no solo a la lucha contra la deforestación y la destrucción de ecosistemas sino también a una sanación espiritual, es el veganismo. Según Gopal Patel, cofundador y director de Bhumi, el movimiento Hindu para la Madre Tierra, a veces se piensa que ser vegano es un lujo, pero por falta de información, se desconoce los beneficios al planeta que esto conlleva. 

Es necesario normalizar estas conversaciones, y conectar con las creencias ancestrales cuya base alimentaria está en las plantas y vegetales antes que en la industria animal.

Una dieta vegana es una alternativa muy poderosa que beneficia al planeta, no solo los gases de efecto invernadero, sino la acidificación global, la eutrofización, el uso de suelo y agua.

Soberanía Alimentaria para Comunidades de Color

En la cumbre se exploraron cómo prácticas indígenas en torno al cultivo y la distribución de alimentos pueden otorgar soluciones justas y equitativas. Foto/Qihua Luo

El mundo actual es bastante desigual y hay enormes brechas entre ricos y pobres. Alrededor del mundo, las personas con menores oportunidades y más desprotegidas son las indígenas. Entre los problemas principales que las comunidades menos privilegiadas enfrentan es la inseguridad alimentaria, provocada en gran medida por la colonización. Si bien, las personas indígenas comprenden el 5% de la población mundial, representan el 15% de los pobres del mundo, según la Organización Mundial de la Salud.

Muchas comunidades indígenas han trabajado para revitalizar sus sistemas alimentarios locales mediante la búsqueda de la soberanía alimentaria, es decir a tener derecho a alimentos saludables y a crear sus propios sistemas alimentarios. En la cumbre también se exploraron cómo ciertas prácticas indígenas en torno al cultivo y la distribución de alimentos pueden otorgar soluciones más justas y equitativas. 

En el panel “Estrategias Revolucionarias de Soberanía Alimentaria para Comunidades de Color Históricamente Marginadas”, Crystal Cavalier, co-fundadora de 7 Directions of Service, se mencionó la práctica indigena rematriación (que es diferente a la repatriación), la cual se centra en restaurar el equilibrio con la Tierra, y de cómo esta práctica nos conecta a nuestro ser divino y espiritual, a nuestra conexión con la madre naturaleza, y divinidad femenina. Una forma de practicar esta actividad y alcanzar soberanía alimentaria es investigar la tierra indigena en la que los alimentos que consumimos es producida, aprender sobre las comunidades indígenas que allí habitan, y hacer voluntarismo para volver a sembrar y devolverle a la tierra y a las comunidades originarias lo que les pertenece. 

Además, las conversaciones se enfocaron en investigar soluciones que los pueblos indígenas ofrecen, basadas en el respeto con la naturaleza y la vida de los animales, que tienen que ver con el anti extractivismo y la explotación de recursos naturales que afectan nuestros ecosistemas y empobrecen a las personas que allí habitan. 

Jóvenes a la vanguardia de las soluciones al cambio climático

La gente joven alrededor del mundo ha tomado el liderazgo en la lucha contra la triple crisis planetaria (el cambio climático, la pérdida de la naturaleza y la biodiversidad, y la contaminación y los desechos). Dado que alrededor del 50% de la población mundial tiene menos de 30 años, la voz de los jóvenes en los procesos de toma de decisiones es más importante que nunca. La cumbre dedicó varios paneles y espacios para escuchar las propuestas alternativas de estos jóvenes.

La gente joven ha tomado el liderazgo en la lucha contra la triple crisis planetaria con soluciones innovadoras e inclusivas que den voz a sus comunidades. Foto/Hector Muniente

En el panel, “Liderazgo juvenil en la triple crisis planetaria: creando el mundo en el que necesitamos vivir” activistas reconocen que el mayor problema son los combustibles fósiles. Proponen que los gobiernos, en lugar de invertir en industrias de combustibles fósiles, deben invertir en recursos para las comunidades luchando en primera línea. 

Jeremy Foster, un joven activista y consejero ambiental de la Casa Blanca, dijo que el papel de los jóvenes es seguir haciendo presión a los representantes políticos electos, y asegurarse que el gobierno cumpla sus promesas. Se dirigió frente a jóvenes activistas de diferentes regiones que llegaron a este panel. El entusiasmo de la juventud crea fe. Y la fe es el motor más importante para la acción y por lo tanto, para el cambio. 

Las generaciones previas construyeron un sistema de extracción capitalista, y esto ha contaminado la forma en la que nos relacionamos. Esta generación tiene la intención de cambiar y crear un sistema de más armonía, y con moldearlo también estamos cambiando todo el sistema

La comunicación crea conciencia y acción climática

Una de las herramientas más poderosas usadas por los jóvenes para distribuir información y educar a las audiencias son las redes sociales. Uno de los temas que se analizó en la cumbre es la forma y el lenguaje. Una de las reflexiones más importantes es que en la mayoría de veces, las conversaciones y la toma de decisiones sobre el medio ambiente son llevadas a cabo en inglés, lo que provoca una falta de información para comunidades que no hablan inglés. Ayisha Siddiqa, cofundadora de Polluters Out, opina que esta también es otra forma de colonialismo, y que una forma de descolonizar este movimiento es comunicando en otros idiomas, y empoderando a comunidades a tomar acción y alzar su voz ante los gobiernos y quienes toman decisiones ya que hace falta más representación e interseccionalidad en la lucha ambiental.

También se discutió sobre la idea equivocada de que las comunidades indígenas son las que necesitan ser educadas sobre la crisis climática, cuando en realidad estas comunidades están conscientes de todos estos problemas y han buscado alternativas. Por lo tanto, la conclusión de las charlas fue la importancia de compartir el mensaje para que podamos estar informados y tomar medidas, y así poder educar a nuestros familiares y a los demás, especialmente en las comunidades de habla hispana en los Estados Unidos, donde la información disponible en español suele ser escasa.

Unidos En Acción

La cumbre finalizó con una conversación en la que se discutieron soluciones concretas para ponerlas en práctica en nuestra vida cotidiana y unirnos a nuestra lucha global por el cambio climático/Foto Jennifer Chien

Una semana de charlas enriquecedoras finalizó con una conversación de Steve Chiu con Sarah Yu-Chia Chu, Representante de Asuntos Religiosos de la Fundación Budista Tzu Chi: y Rev, Dallas Conyers Manager de SCEN. Allí se reflexionó sobre la importancia de no solo analizar cómo el cambio climático nos afecta actualmente, sino cuales han sido las raíces y factores por debajo de este. También se ofrecieron soluciones prácticas y concretas que las podemos practicar en nuestra vida diaria. Entre ellas:

Hay esperanza

Los 7 días de cumbre estuvieron repletos de conversaciones de calidad y son el reflejo de 10 años de esfuerzo y de colaboración entre Tzu Chi y las Naciones Unidas. Todos los participantes, estados miembros, representantes de la sociedad civil, y personas alrededor del mundo a través de zoom, reflexionaron juntos, y se fueron satisfechos, y todos dispuestos a trabajar en equipo. Gracias a estos eventos se pudo formar coaliciones, construir alianzas y fortalecer una comunidad global de gente comprometida que encontró nuevas herramientas para liderar la lucha contra el cambio climático y posponer soluciones sostenibles en cada una de sus comunidades, y así, crear un mejor futuro juntos por el bien de la humanidad, como la filosofía de Tzu Chi lo señala: aliviar el sufrimiento de aquellos en necesidad y crear un mundo mejor. 

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