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Haiti
El padre Zucchi Olibrice, director de una escuela católica en Haití, también es voluntario de Tzu Chi; él ha ayudado a ampliar la ayuda de la Fundación para los niños allí, que incluye abordar el hambre y la malnutrición.
Como parte de sus esfuerzos, Tzu Chi distribuye galletas hechas de la nutritiva mezcla instantánea de cereales y semillas, creada y producida con amor por las monjas que residen junto a la Maestra Cheng Yen en Taiwán.
Cánada
Los voluntarios de Tzu Chi Canada y el banco de alimentos de Richmond en la Columbia Británica distribuyen regularmente alimentos y suministros a hogares de bajos ingresos durante la pandemia. El 2 de octubre, los voluntarios donan 2.000 mascarillas al banco de alimentos para que sus empleados y voluntarios estén protegidos. Hajira Rahim-Hussain (derecha), directora ejecutiva del Banco de Alimentos de Richmond, acepta la donación.
Sudáfrica
Los residentes de Ladysmith, un pueblo de la provincia sudafricana de KwaZuluNatal, han sido gravemente afectados por la pandemia; esto ha empeorado aún más la situación económica de estas familias ya empobrecidas. Los voluntarios de Tzu Chi viajan a una comunidad remota, a 40 millas de Ladysmith, para distribuir alimentos a los necesitados durante este momento difícil. Las mujeres de la aldea traen a sus hijos mientras recogen arroz y otros suministros.
Zimbabue
Los voluntarios de Tzu Chi Zimbabue han cuidado durante mucho tiempo a familias en el área este de Harare. Allí conocieron a Tapiwa Kapeta de 12 años quien tenía que cuidar a tres hermanos porque su padre estaba en prisión y su madre se había ido de casa.
Debido a la lluvia prolongada, la casa se derrumbó y los niños se quedaron temporalmente en la casa de un vecino. Cuando Tzu Chi los visitó, preguntaron a la voluntaria Easther Muzenda: “¿Puedes ser nuestra madre?” Después de discutir con su esposo Isaac, la pareja decidió adoptarlos. Acá, Isaac interactúa felizmente con los niños en casa en septiembre. Foto/Hlengisile Jiyane
Nueva Zelandia
El gobierno de Nueva Zelandia ha implementado estrictamente una política de bloqueo o encierros debido a la continua propagación de COVID-19.
Los cierres han afectado a muchas familias de bajos ingresos y escuelas comunitarias. El 17 de octubre, los voluntarios de Tzu Chi Nueva Zelanda distribuyen alimentos por tercera vez en Auckland y comparten la historia de la alcancía de bambú de Tzu Chi con los beneficiarios. Tzu Chi Nueva Zelandia llevó a cabo cuatro entregas de comestibles antes del fin de octubre para
ayudar a los estudiantes y familias necesitadas. Foto/Meijui Wu
Inglaterra
Los voluntarios de Tzu Chi celebran el 27 de septiembre, un día de protección ambiental en Malvern, Worcestershire, al adoptar un área del bosque donde las personas sin hogar habían vivido para la limpieza. El grupo de personas sin hogar dejó atrás tiendas de campaña, sacos de dormir, ropas, basuras y restos de comida antes de marcharse. El equipo de voluntarios se movilizó para despejar el área y restaurar el entorno natural.
Malasia
El pueblo de Kampung Poh Chee Leng en Johor, Malasia, sufrió un aguacero el 31 de octubre, que provocó graves inundaciones. La fuerte lluvia inundó las casas rápidamente, por lo que los aldeanos no pudieron rescatar la mayoría de los artículos en sus hogares. Los voluntarios de Tzu Chi Johor Bahru recibieron la noticia esa misma noche y se dirigieron a evaluar los daños en la zona del desastre. El 1 de noviembre, los voluntarios comenzaron a ayudar a los aldeanos a limpiar sus hogares.
Myanmar
En respuesta a la pandemia de COVID-19, el gobierno de Myanmar implementó toques de queda y órdenes de quedarse en casa. El trastorno económico y social de la pandemia es devastador y muchos aldeanos carecen de alimentos suficientes para satisfacer sus necesidades. Tzu Chi Myanmar inició distribuciones de provisiones para ayudar a aliviar la escasez de alimentos. Los voluntarios de la Asociación Estudiantil Universitaria de Tzu Chi (Tzu Ching) ayudan en la distribución de arroz y aceite el 10 de septiembre.