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La noche del 31 de enero recibí noticias muy inesperadas y tristes. No podía creer lo que veía en la pantalla de mi teléfono: la hermana Sujen había fallecido esa tarde. Conocí a la hermana Sujen en Ecuador durante la misión de capacitación de voluntarios ecuatorianos en octubre del 2018. Desde ese entonces, nos encontramos en las conferencias médicas de Estados Unidos como intérpretes al español. Ella fue maestra y después de jubilarse, se dedicó a sus nietos y a las actividades de Tzu Chi. Fue muy necesitada en la sede central porque era uno de los pocos voluntarios que hablaba los tres idiomas de español, inglés, y mandarin. Además fue la encargada principal del personal de voluntarios.
Aprendió el español cuando vivió en Madrid durante una década durante los años setenta. Le había dicho en broma que le debía gustar mucho la monarquía española porque les dió los nombres de Juan Carlos y Sofía, como los reyes españoles, a sus hijos. Aunque no la conocí por mucho tiempo, la conexión que forjamos durante las misiones fue fuerte y siento mucho su pérdida. Sin ninguna duda, es una gran pérdida no solamente para su familia, sino también para la familia de Tzu Chi. La vamos a extrañar mucho. Amitabha.