De acuerdo a Carissa Etienne, directora de la Organización Panamericana de Salud u OPS, la región es un epicentro de sufrimiento de COVID-19. Según los datos disponibles comunicados por los países y territorios de las Américas, ya para el 21 de mayo habían 1.001.781 personas que murieron a causa del virus SARS-CoV-2 en América Latina y el Caribe. Casi el 89% de esas muertes ocurrieron en cinco países: Brasil (44,3%), México (22,1%), Colombia (8,3%), Argentina (7,3%) y Perú (6,7%). El 3% del total de muertes tuvieron lugar en Centroamérica y el 1% en el Caribe.¹ Desde que este virus empezó a propagarse en China en 2020, éste continuó extendiéndose a Europa y a Estados Unidos causando muchos enfermos y muertes. En Latinoamérica y en el resto de Asia no vieron esa avalancha de infecciones, hospitalizaciones y decesos, sino que el aumento de casos de COVID-19 fue más paulatino durante el 2020. Este año, sin embargo, la pandemia tomó un giro diferente²,³. Según el subdirector de la OPS, el doctor Jarbas Barbosa, una de las razones por la cual “a la región le cuesta salir de la pandemia” es que el 50% de la economía proviene de una economía informal. Esto representa que las familias no tienen ingresos si no salen a trabajar. El incremento de la movilidad, junto con sistemas sociales e infraestructuras frágiles, falta de vacunas, y carencias y desigualdades que existían en estas sociedades antes de la pandemia, crearon un auge desenfrenado de casos de COVID-19 y posteriormente, defunciones⁴. Aún en países modelos como Chile y Uruguay vimos un repunte de casos positivos, hospitalizaciones y muertes. Uruguay era considerado como país ejemplar hasta febrero, pero el número de contagios se disparó en marzo saturando los hospitales⁵,⁶. En Chile, a pesar de tener un alto porcentaje de vacunación, también tuvieron que enforzar cuarentenas. Esto implica que todos tenemos que seguir tomando las medidas necesarias para prevenir contagios hasta que la población entera alcance inmunidad: usar mascarillas, mantener el distanciamiento social, lavar las manos con frecuencia. En las páginas siguientes veremos como nuestros hermanos en Latinoamérica están contribuyendo en sus países respectivos.